El día 22 de noviembre nos marchamos unos cuantos amigos a
disfrutar un poco de esta zona tan impresionante que son Los Oscos, una de las
zonas más desconocidas incuso para los propios asturianos. Salimos de Gijón a
las ocho y media, parada a desayunar en Vegadeo y con un día gris típico del
otoño asturiano a las diez y media ya estábamos en Santaya, Santa Eulalia de
Oscos para los foriatos.
La ruta elegida para este día fue “La ruta de la
cascada de Seimeira”, todo un clásico de esta zona, fácil, sencilla y en esta
época del año preciosa, elegimos esta ya que no nos llevaría mas de tres horas
y media, porque después de dicha ruta queríamos ir a meternos una buena fartura
a Fonsagrada, como así fue. La ruta en cuestión sale de un área recreativa muy
cercana a Santaya y que está perfectamente indicada, concretamente sale del
área recreativa de Pumares. Cruzamos la carretera y nos dirigimos paralelos al
río hasta Pumares, un pequeño pueblín típico de la zona y que en otros tiempos
se dedicaba a la ferrería y donde todavía se pueden ver restos de un antiguo
mazo, lo más curioso de toda la ruta es que en este pueblín de Pumares nos vino
a saludar una perrina de lo más cariñoso y de lo más simpático que uno se pueda
imaginar, después de acariciarla un poco ya que era todo mimos no se separó de
nosotros en toda la ruta, cada vez que parábamos para hacernos una foto o para
charrar y comentar el paisaje la pobre se sentaba y nos esperaba tranquilamente
sin molestar a nadie, creo que nos quedó a todos un gran recuerdo de esta
simpática perrina de la cual jamás sabremos su nombre.
Una vez atravesado el pueblo de Pumares cogemos una
senda bien señalizada, dejamos el río
Agüeira a nuestra izquierda y continuamos por un camino en cómodo ascenso
adentrándonos en un impresionante bosque característico por las especies de
ribera (alisos, fresnos, sauces y avellanos) que en esta época del año tenían un
colorido magnífico y pudimos disfrutar de lo lindo durante todo el camino. Casi
todo el recorrido esta guardado a los lados por paredes de piedra tapadas por
el típico musgo de un color verde intenso que al contrastar con el color ocre
de las hojas en esta época del año hacía que el paisaje todavía nos
sorprendiera más de lo normal.
Llegamos ahora a los restos de un antiguo poblado ya
totalmente abandonado de nombre la Ancadeira el cual en su día tuvo que tener
su importancia viendo el tamaño de las construcciones, continuamos por el
solitario “Valle del Desterrado” y llegamos al cruce en el que podemos continuar
a la izquierda cruzando un pequeño puente que nos llevará hasta el pueblo de Busqueimado o seguir de frente
como hicimos nosotros y en poco menos de quince minutos situarnos en la
preciosa cascada de Saimeira con un impresionante salto de unos treinta metros
de altura, el regreso hasta Pumares lo realizamos por el mismo camino siempre
acompañados de nuestra buena amiga la perrina.
Creo que en esta ruta lo más interesante son las
fotos para ver el paisaje y no lo que uno pueda contar.
Pablo Lara.
Dificultad: Nula.
Tiempo: Tres horas con toda la calma de mundo.
Paisaje: En otoño brutal.
Pumares, punto de partida, pueblo de antigua actividad ferreira.
Comienzo de la ruta.
Todo el camino guardado por paredes de piedra adornadas de musgo, precioso.
Caminando pegados al río Agüeira.
Un pequeño rincón en el camino con mesas y paneles informativos.
Siempre esperándonos y enseñándonos el camino.
La alfombra de hojarasca en esta época, impresionante.
Parte del camino.
El mágico pueblo ya abandonado de Ancadeira.
No se si era más mágico el olor o los colores.
¿Como se llamaría nuestra amiga?, nunca lo supimos.
Camino de regreso.
Restaurante el Cantábrico (Fonsagrada)
O de una jamada tan inmensa que pasará a los anales de historia.
Hoy
hemos caminado como príncipes por una de las zonas mas impresionantes de
Asturias, los Oscos, pero ahora toca comer como reyes, ¿dónde? en la gran
Fonsagrada, en Galicia, muy muy cerca de Santaya.
Hacia
las tres de la tarde como jinetes de la apocalipsis hambrientos llegamos a
Fonsagrada, cielo gris plomizo otoñal y olor a pan recién echo en las calles
del pueblo, buen síntoma para la batalla gastronómica que nos esperaba .
Parte
de la tropa nos recibe en el restaurante el Cantábrico, donde vamos a comer,
con una buena botella de albariño bien fresco, besos y saludos mientras nos
rellenas nuestras copas.
Yo
en Fonsagrada ya comí varias veces y siempre magníficamente pero en este templo
del pulpo a feira no había comido nunca,
un sitio impresionante, doy fe. Una vez tomado nuestro vino de bienvenida en la
planta baja del bar subimos a la primera planta donde estaba el comedor y nos
entra una risa nerviosa y ridícula viendo a toda aquella gente disfrutando de
los manjares que aquí sirven, nada mas entrar, la cocina justo en frente, donde
cuelgan cazuelas de cobre del techo y trapos de cocina de la cintura de mujeres
entradas en carnes que guisan como las guelas de antes.
Nos
sentamos, nos acomodamos y según vamos pidiendo empezamos a salivar, al poco
empiezan a llegar las impresionantes raciones de pulpo, como decía mi padre,
Diós lo tenga en el cielo poniéndose ciego a marisco, el mejor pulpo de Galicia
se come en los pueblos que no tienen mar, que sabio era coño. Después de la
gran fartura de pulpo a feira bien regado con buen caldo vemos salir de la
cocina bandejas de cocido gallego que por su tamaño daba la risa, esto de hoy
es un autentico homenaje a la gran Galicia, ninguno de los comensales nos
atrevemos a decir no puedo más y repetimos intentando no estallar en medio del
comedor. Han pasado casi tres horas desde que nos sentamos a disfrutar de este
sitio, tras la fartura el culo se nos escurre en la silla del sueño que da tal homenaje
culinario, así que un paseín por Fonsagrada con un buen café y como gochinos pa
casa.
Pablo
Lara.
Dificultad de la ruta: nula
Tiempo:
3horas 30 minutos.
Dificultad
de la fartuta: muy alta.
Tiempo:
4 horas.
Fonsagrada y pulpo a feira, todo uno.
Creo que los "veganos" y yo, y que me perdonen, nunca haremos buenas migas.
4 comentarios:
Los Oscos es una zona que nos encanta. La gente, los pueblos, el paisaje y la gastronomía, por supuesto. Tenemnos ido muchas veces de turismo rural por la zona y siempre nos sorprende. Y sin embargo, no conozcco aún la cascada de Seimeira. Ya ves. a ver si para primavera consigo ponerle remedio.
Un salaudo
Coincido contigo en todo lo que dices Cienfuegos, a mí es una zona que me encanta para ir de turismo rural, en primavera es una buena época para que lleves a la peque a realizar esta sencilla ruta, un saludo.
Lo mismo nos paso a un amigo y a mi el día que hicimos la ruta a la cascada, la perra nos acompaño toda la ruta y descanso en el tronco del árbol junto a la cascada.
Que bueno Alvaro, así que la perrina es una gran montañera, por casualidad no disteis con el nombre de la perra?.
Saludos.
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