martes, 19 de abril de 2011

Ruta del río Peña Francia (Gijon)




Como el día 17 de Abril del 2011 tenía comida familiar me dispuse a hacer una pequeña ruta por el concejo de Gijón en la que me diera tiempo a estar a medio día en casa, así que elegí la pequeña ruta del río Peña Francia, esta ruta o paseo está perfectamente marcada y sale desde la rotonda de la Guía en Gijón.
Salí desde casa andando para hacerla un poco mas larga, la mejor opción para realizar esta pequeña ruta es empezarla en la desembocadura del río Piles en la playa San Lorenzo.
Hacia las nueve de la mañana atravieso la nueva rotonda bici-peatonal que hicieron en el Piles y camino por el margen izquierdo del río, zona donde tantos gijoneses practican el atletismo, desde este mismo punto tenemos ya una senda bien marcada y sin perdida que nos conducirá hasta el final de la ruta sin ninguna perdida.
Seguimos dicha senda y nos acercamos al remodelado estadio de fútbol de El Molinón, proseguimos caminado y llegamos por debajo de un puente a la rotonda de La Guía, subimos a dicha rotonda y pasamos a la otra parte del río donde ya vemos el cartel explicativo de la ruta, la ruta del río Peña Francia.
En este punto a la altura del hipódromo de Las Mestas es donde el río Peña Francia se une con el río Piles, proseguimos caminado y pasamos al lado de las instalaciones del Club Hípico Astur, tras pasar ahora bajo unos puentes y cruzar la carretera que comunica con el Campus Universitario, cogemos de nuevo la senda y pasamos al lado de la Escuela Superior de Ingenieros Industriales, la senda se adentra en un paraje repleto de álamos y algún que otro eucalipto.
Seguimos sin perdida por la marcada senda y pronto llegamos al campo de golf de El Tragamón, con su antiguo molino donde paro a tomar un café y leer un poco el periódico antes de proseguir
el camino hacia Deva.
Continúo caminando por la senda, cruzo la carretera local del barrio de Castiello donde ya puedo ver perfectamente a lo lejos la Universidad Laboral, en esta zona perdemos por completo el arroyo Peña Francia que encontraremos más adelante, una vez cruzada esta pequeña carretera llegamos a La Carbayera del Tragamón, impresionante carbayera de robles y castaños centenarios , y a su lado la finca La Isla, entrada al Jardín Botánico, donde podremos descubrir el funcionamiento del antiguo Molín de Rionda, en este momento entramos en la parroquia de Cabueñes.
Con un sol inmejorable prosigo el camino y llegamos a la carretera de Santurio por la que caminaremos solo unos metros antes de abandonarla, en este punto podemos apreciar La capilla de Nuestra Señora de la Corrada (s. XVIl), que formaba parte de la casona solariega de los Cifuentes.
Cogemos de nuevo la senda y nos volvemos a encontrar el río Peña Francia que ya no nos abandonará hasta el final de la ruta, pasamos al lado de la casona de los García Jove (s. XVII) con capilla y panera, antes de pasar a la zona denominada La Charca, lugar estupendo para hacer un alto en la fuente La Castañal donde dispone también de bancos para descansar.

Comienzo de la ruta nada más cruzar la playa a la altura del río Piles.



Al fondo el puente del Piles justo donde empezamos la ruta.



Llegando a la altura del remodelado estadio de El Milinón.



Aquí comienza oficialmente la ruta, en la rotonda de la Guía, con el complejo deportivo de Las Mestas a la derecha.



Durante toda la ruta la compañía de los patos fue constante, cosa que se agradece al caminar al lado de un río.



Pasando ahora al lado del Club Hípico Astur.



Cruzando el Campus Universitario de Viesques.



La senda a la altura de Escuela de Ingeniería.



El campo de golf del Tragamón donde hay cafetería y restaurante para hacer un alto en el camino.



Primera fuente y bancos para hacer un descanso de la ruta.



La ruta está perfectamente indicada durante todo el camino.



Llegando a la escuela de fútbol del Tragamón.



Pasando ahora al lado de la champanera de Villaviciosa.






La impresionante carballera del Tragamón.




A lo lejos la Universidad Laboral.



Fuente La Castañal, donde también disponemos de unos bancos para hacer un descanso en el camino.



Unes gallines nos saludan al entrar en la parroquia de Deva.



Impresionantes robles y castaños nos dan sombra durante buena parte del camino por Deva.


Cruzamos la carretera de El Trole, frente a otro famoso llagar gijones, entramos ahora en el barrio La Pontica, tras pasar un pequeño puente, localizando a nuestro paso el que fuera antaño el molín de Pepín de La Isla, o de Valiente, hoy casa de aldea con hórreo, volviendo a encontrar el arroyo repleto de patos también por esta zona.
Proseguimos ahora caminando hasta lo que fue el molín de Deva y la senda continúa entre impresionantes robles y castaños centenarios que nos protegen del sol y que señalan la entrada a la denominada Quinta’l Conde.
Al poco y sin abandonar en ningún momento la seda llegamos al final de este sencillo paseo mañanero que no es otro que el Güeyu Deva.
En el Güeyu Deva encontraremos un lavadero una fuente y su puente de piedra y unos bancos donde descansar, este lugar es famoso también por ser el punto de salida hacia la ruta de Gijón-Covadonga.
Bueno pues en definitiva una ruta sencilla, fácil y sin ninguna complicación que se puede hacer ida y vuelta en unas tres horas con botella de sidra incluida.
Pablo Lara.




Pasamos ahora por el palacio de Deva.






El Güeyu Deva, conjunto de fuente, lavadero y puente de piedra, donde termina este magnífico paseo mañanero.




Casa Yoly, Deva


La zona de Deva donde termina esta ruta tiene dos de los merenderos mas famosos de Gijón, El Chabulu y Casa Yoly, así que con el día tan esplendido que hacia me dirigí a tomar un culete de sidra antes de bajar para Gijón, escogí Casa Yoly ya que esta a tan solo cincuenta metros de donde termina la ruta y además si se quiere bajar a Gijón en autobús allí mismo hay una parada que nos llevará a la Guía donde comienza la ruta.
Yo había quedado con un amigo para tomar el vermú y que luego me acercara a Gijón para no dar la vuelta andando ya que se me haría tarde. Cuando llego a casa Yoly ya me estaba esperando él afuera en el merendero con una botellina de sidra bien fresca que no nos duro ni un asalto.
Como decía casa Yoly es un merendero de los de toda la vida de Gijón, cuando yo era pequeño la gente venía con sus fiambreras compraban la bebida y se pasaban aquí toda la tarde.
La comida es la típica de los merenderos asturianos pero a mí la de aquí me encanta, la jugosa tortilla de patata de chorizu o de jamón, croquetas caseras, chorizo a la sidra o frito, lacón con patates, lomo con patates, pollo al ajillo, ensalada, calamares fritos, picadillo, bonito, quesos y embutidos asturianos, anchoes...
O sea que comiendo todo esto en una mesa del merenderu a la sombra todo te sabe a gloria.

lunes, 18 de abril de 2011

Pico Mofrechu


Vista de Ribadesella desde la cumbre del Mofrechu


El día 6 de Abril del 2011 nos volvimos a juntar los habituales que vamos al monte con alguna incorporación nueva, incluso también una perrina que venia por primera vez de nombre Pancha y que se portó como una campeona, todo un personaje.
La ruta escogida para este día fue sencilla y es perfecta para hacer en una mañana si no se dispone de mucho tiempo, de escasa dificultad y recomendable para todos aquellos que empiezas a caminar incluso perfecta para hacer con niños.
El Pico Mofrechu es un clásico de la montaña asturiana y es el pico mas alto del municipio de Ribadesella (891m), desde su cumpre podemos ver de un solo golpe el litoral del oriente de Asturias y todas las sierras circundantes: Sueve, Cuera, Escapa, Santianes; incluidos los tres macizos de los Picos de Europa y las montañas de Cangas de Onís, Amieva y Ponga.
El punto de partida a esta magnífica ruta se puede hacer desde dos puntos bien distintos, desde el pueblo de Santianes en Ribadesella, o desde las inmediaciones de Igena, en Cangas de Onís, esta segunda opción fue la que nosotros elegimos.
Con frío pero con un sol espléndido a las diez de la mañana ya estábamos todos tomando un café y un pinchin en el hotel Los Lagos en el centro de Cangas de Onís, después de esperar a los más retrasados que suelen ser siempre los mismos cogemos los coches y nos dirigimos al punto de partida.
Desde Cangas de Onís nos dirigimos por la carretera que va hacia Arenas de Cabrales hasta el pueblo de Corao donde a mano izquierda cogemos una carretera que se dirige hacia Nueva de Llanes.
Cogemos esta pequeña carretera de montaña que discurre por un precioso paisaje de unos seis kilómetros hasta llegar al pequeño pueblo de Igena pasada esta población en menos de un kilómetro nos situamos en la collada de Igena, punto de partida de esta ruta, en este punto tenemos que dejar el coche en un minúsculo aparcamiento en el que no entran mas de cinco coches, ósea que nosotros mismos lo llenamos, hay que tener cuidado no pasarse este punto porque la indicación del cartel hacia el pico hay que mirarla con lupa ya que es una minúscula señal en madera que casi no se aprecia.


Primeras rampas al comienzo de la ruta.



Las vistas hacia los Picos de Europa durante todo el camino son impresionantes.



El camino que vamos dejando atrás mientras nos acercamos a la majada de Hueses.



Laguna artificial que hay en la majada para abastecer al ganado.

A las once empunto emprendemos la caminata hacia la cumpre, atravesamos una valla para el ganado y cogemos una pista de cemento que se dirige hacia el norte, este primer tramo es todo en suave pendiente la cual poco a poco va cogiendo altura hasta llegar al collado La Felguerina (600m) donde podemos apreciar un abrevadero para el ganado.
Desde este punto las vistas hacia los Picos de Europa ya son verdaderamente impresionantes, aunque con un poco de neblina los podemos ver perfectamente.
Proseguimos nuestra ascendente caminata entre prados, cabañas, murias y una importante cantidad de fresnos que están empezando a despuntar en esta época del año hasta llegar a Vegafuente (730m)
Desde este punto y siempre siguiendo el camino llegamos a Vega Maor, pintoresca planicie con alguna cabaña y una pequeña laguna artificial para suministrar agua al ganado, perfectamente cerrada para que no entren los animales y la ensucien.
Llega un momento que el sendero desaparece y debemos afrontar la subida del último tramo como veamos más conveniente, ya en dura subida pero sin ningún problema vamos poco a poco cogiendo altura hasta llegar por la crestería hasta collada Bemoria, desde este punto con unas vistas impresionantes de Ribadesella ya podemos ver perfectamente el punto geodésico que nos indica la cubre y en poco mas de diez minutos ya alcanzamos la cumbre del Mofrechu.

Mientras esperamos a que se agrupe todo el personal ya que estábamos bastante dispersos unos de otros, aprovechamos para disfrutar del magnífico paisaje que se ve desde la cumbre.

Observamos las excelentes panorámicas de la desembocadura de la río Sella con sus meandros y del pueblo de Ribadesella justo por detrás los Picos de Europa y hacia los lados la sierra de las Pandas, la sierra de las Coronas y la sierra del Sueve.

Una vez agrupados todos y con un fuerte y frío viento nos hacemos la foto de grupo y poco a poco regresamos hasta la majada de IIgena para recoger los coches después de tan estupenda caminata.
Pablo Lara


Tiempo: 3 horas y media ida y vuelta.
Dificultad: Ninguna

Primer repecho desde la base del Mofrechu.



Ganando poco a poco altura hacia la cumbre.



Los primeros en llegar a cumbre.






La cumbre.



Talmente parece que llegaron a un 8.000 je,je,je….



Ribadesella desde la cumbre y con zonn.



Bajando de la cumbre hacia la primer majada.



Encontramos gran número de caballos durante toda la ruta (los Picos de Europa al fondo).



Pablo y su simpática perrina Pancha, las dos nuevas incorporaciones al grupo.



Llegando de regreso al collado de Igena, punto de partida y punto final de la estupenda ruta de hoy.


Casa Morán, Benia de Onís


La última vez que visite a Rosita en Casa Morán fue ya hace años y todavía no había echo la reforma con la que me encontré este día cuando entramos a comer, pensé para mí que con esta estupenda reforma que hicieron se había terminado el carácter familiar de este emblemático restaurante de Benia de Onís, pero que equivocación la mía, nada más entrar nos recibe su hermano con la amabilidad de siempre y nos dice que tenemos la mesa preparada en la cúpula acristalada del jardín.
El sitio donde nos pusieron a comer es una cúpula de madera toda acristalada que da al jardín y que es una verdadera maravilla con el día que hacia, una de las paredes de dicha cúpula esta repleta de fotos y autoridades que pasaron por esta estupenda casa a degustar sus increíbles guisos caseros, desde príncipes a ministros y demás gente famosa cuelgan de estas paredes.
Al pasar hacia el jardín pasamos al lado de la cocina y allí veo a la famosa Rosita la cual acaba de recibir hace poco la medalla al merito al trabajo impuesta por el ministro de trabajo en Oviedo, ella como siempre toda arreglada y dirigiendo el cotarro, la saludo y charramos un buen rato de la estupenda reforma que hizo en el local.
Una vez en la mesa ella misma nos viene a tomar nota de la comida,. -de primero arroz con pitu, fabada o pote, -todo sigue igual que siempre, menos mal.
¿de segundo que tienes Rosita?
Tu come el primero y luego ya hablamos tú y yo -ella si que no cambió, genio y figura hasta la sepultura.
Los tres primeros platos fueron una delicia, poco mas que contar porque creo que en esta casa de comidas debió comer ya varias generaciones de asturianos, de segundo nos puso bacalao, callos, cordero y carne guisada recomendable cualquiera de ellos y todo acompañado con unas patatas fritas de sartén inmejorables.
Después de los estupendos postres salimos a tomar los cafés al jardín en el cual pegaba un sol y hacia una temperatura inmejorable. Pues todo esto señores por el módico precio por persona de 12 euros. ¿Donde se puede comer por este precio en los Picos de Europa donde te la intentan meter doblada por ser turista en cada pueblo de la zona?

Disfrutando todos del estupendo almuerzo que nos ofreció como siempre Rosita, alma máter de casa Román.



El pote de Rosita como siempre fantástico.



Después de comer como marqueses cafés en la terraza y un pigazin antes de marchar.