viernes, 26 de septiembre de 2008

PEÑA RUEDA (2.155m)


Esta foto de Peña Rueda fue tomada en marzo del año pasado, desde el pueblo de Cortes.


Todas las rutas que están escritas en este blog ya las había echo con anterioridad un montón de veces antes de escribirlas, pero el caso de Peña Rueda es distinto, era totalmente nueva para mí, por eso tengo que empezar dándole las gracias a Raimundo y a Carmen, un matrimonio que no conocía de nada y que encontré en la campera de May (hacia la mitad del camino) y sin ningún problema me dejaron que les acompañase hasta la cumbre y una vez coronada Peña Rueda bajar con ellos hasta Lindes por otra ruta alternativa que ellos conocían, todavía queda buena gente en el monte.
La verdad es que el conocimiento que tenía Mundo de la zona era exagerada sabía el nombre de hasta la última de las piedras que encontrábamos por el camino, así que les tengo que estar muy agradecido.
El punto de partida de esta ruta que el sábado 20 de septiembre del 2008 hice yo solo es Lindes (930m), un magnifico pueblÍn del concejo de Quirós, en la foto podemos ver la iglesia del pueblo que es justo donde dejamos el coche y desde donde parte la ruta hacia Peña Rueda.
Para llegar a Lindes cogemos la autopista en dirección a Grado y salimos en el desvío a Trubia, seguimos en dirección a Proaza donde siempre hay que hacer una parada obligatoria para tomar un café mañanero para despertar, seguimos en dirección a Bárzana que es la capital del concejo de Quirós.
Una vez atravesado Bárzana seguimos sin perdida ninguna hasta Lindes donde como dije dejaremos el coche en la misma iglesia donde podremos coger agua en una fuente que hay al lado de ella.
Hay que decir que toda la ruta está bien indicada tanto por el cartel informativo al comienzo de la ruta como por todas las señales durante la travesía y a partir de la majada de May esta lleno de mojones hasta la misma cima de Peña Rueda con lo cual en un día sin niebla y con sol como este es difícil perderse.
Comenzamos la caminata en las últimas casas del pueblo donde encontramos el cartel informativo y un antiguo bar ahora ya cerrado y que en su día fue la escuela pública de Lindes. Seguimos avanzando por un buen camino carretero que cruza por las cuadras de Coaña, así como una fuente con abrevadero la cual sería nuestra salvación ya que a la vuelta y todos sin agua por mi culpa y por mi mala planificación, por lo que Mundo y Carmen tuvieron que compartir su agua conmigo, así que cuando llegamos a dicha fuente parecíamos tres camello después de un mes sin beber. Después, el camino, convertido en estos tiempos en un precario sendero debido a la escasa actividad campesina, se eleva directamente por las revuelas de El Carrilín hasta llegar a una bifurcación señalizada doblemente con sendas flechas indicativas, nosotros tomamos el camino a la derecha que es el que nos indica hacia Peña Rueda.
Seguimos caminando en fuerte subida remontando los recuestos de las estribaciones orientales de Peña Rueda, hasta llegar a Manín Fonderu, conjunto de buenas cuadras de piedra y que en esta época del año y anticipándose a la llegada de las setas que tantas ganas tenemos de que llegue estaba todo tapizado de la flor del azafrán como se pude ver en las fotos.
Con un giro a la derecha nos introducimos en un bosque de hayas por el que avanzamos y en el cual tuve que parar varias veces a hacerle alguna foto porque era verdaderamente impresionante, después de este increíble paseo por este pequeño bosque alcanzamos Manín Cimeru, donde hay una cabaña solitaria, en este punto paramos a refrescarnos un poco y a disparar las primeras fotos a Peña Rueda que en ese momento la estaban sobrevolando unos majestuosos buitres (ver foto).
Al poco de caminar tomamos el camino que sube por debajo de un viejo roble y va tomando dirección SO hacia las Colladiellas siguiendo el curso de río Buseca hasta su comienzo.
Giramos luego al S y poco a poco al SO para remontar las muy duras pendientes de Peña Rueda, durante toda la subida es aconsejable hacer paradas para coger un poco de fuerza porque si no la verdad se hace muy duro, en una de estas paradas enfocando ya hacia la cima encontramos un rebaño de vacas que subieron hasta aquí para que les diera la brisa ya que el calor era intenso, después seguimos el camino que marcan los mojones siempre en muy dura subida y al cabo de una hora aproximadamente llegaremos a la cima de ansiada Peña Rueda, después de crestear unos 100 metros antes de llegar al punto geodésico que está situado a 2.155 m.
Una vez quitada la mochila coger un poco de aire ya que se llega con las piernas reventadas, y gorronear un poco de agua, me puse a hacer unas fotos desde la misma cumbre, porque la verdad es que aunque había un poco de bruma las vistas eran inmejorables, por un lado Lindes y Cortes, toda la sierra del Aramo donde se podían distinguir las antenas del Gamoniteiro.
También podíamos ver perfectamente como se ve en las fotos entre otros, de izquierda a derecha: El Tapinón (2115 m.), Siegalavá (2117 m.), Fariñentu (2176 m.), Ubiña la Pequeña (2197 m.), Peña Ubiña (2417 m.), Fontán Norte (2417 m.), El Prau (2364 m.), Peña Colines (2215 m.), La Cigacha (2070 m.), El Ranchón (2162 m.), los Huertos del Diablo (2140 m.), El Tambarón (2024 m.) y Campu Faya (2080 m.)
Para la bajada elegimos aunque hay que decir que los que eligieron eran Mundo y Carmen que conocían esto como la palma de la mano la bajada que discurre por el Vaso de Rueda.
Antes de bajar por el Vaso de Rueda como dije, fuimos a ver toda la línea de trincheras (ver fotos) que hay y que eran de cuando los republicanos defendían la entrada de los nacionales por la parte de León, es increíble el motón de trincheras que hay en esta zona y todas en perfecto estado talmente como si hubiera terminado la guerra ayer, se nota que hasta aquí arriba sube muy poca gente y por eso su perfecto estado de conservación.
Bueno pues después de descender por el Vaso de Rueda lentamente ya que se cargaban mucho las rodillas en poco menos de una hora nos volvemos a situar en la misma Vallina Grande que fue por donde subimos ya desde aquí seguimos por el mismo camino de subida, es decir caminamos hacia la Veiga de Manín, dónde hay una cabaña con techo rojo.
Por delante de la cabaña y a la derecha descendiendo dirección NE entre el bosque sigue el sendero poco reconocible hasta una portilla que pasamos y seguimos descendiendo ya por senda más marcada pasando por Manín, el Carrilón y llegando a Lindes.

Pablo Lara


Duración de la ruta: 7 horas.
Dificultad: Alta



Iglesia de Lindes, donde comienza la dura caminata hacia Peña Rueda.


El impresionante hayedo que se atraviesa antes de llegar a la majada de Manín.




Las majadas ya estaban cubiertas de la flor del azafrán, como adelanto a las setas, y detrás un toro que ni se inmuto con mi presencia.



Peña Rueda vigilada por los buitres.



Todas las vacas se juntaron en una pequeña loma donde más corría la brisa.



Seguimos por la dura subida hacia Peña Rueda y ya vamos dejando el ganado atrás.



Uno de los tantos mojones que encontramos durante la subida.



Carmen y Mundo pasando por una de las primeras cimas que se atraviesan antes de llegar a la cumbre.



Por fin llegando a la cumbre.



Peña Rueda 2.155m.



Ubiña pequeña, Peña Ubiña, Los fontanes y Los Huertos del Diablo.





Unas secuencias de los restos de las trincheras de la guerra civil.



Esta Amanita Pantherina que encontramos de regreso a Lindes, es una de las setas más venenosas que hay en Asturias.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Molinos de Rio Profundo


Uno de los muchos molinos que encontraremos por el camino.



Como la gente ya andaba con ganas de monte pero todavía no habían realizado ninguna ruta durante este verano me propusieron que buscase una ruta fácil de hacer, con buen paisaje y que terminase en un pueblan en el que pudiéramos comer un buen pote asturiano, ya que lo habían echado de menos durante todo el verano y les apetecía comer un buen pote de aldea para recordar el otoño que ya está a la vuelta de la esquina.
Esta ruta que hicimos el 13 de septiembre del 2008 estaba compuesta por Jhonny y Begoña, el señor Paco, la pareja María y Sergio, que se unieron por primera vez a nosotros y que nos prometieron volver, y Silvia y yo.
La ruta escogida se llama «Ruta de Los molinos de Rió Profundo» y discurre entre Valbúcar y Buslaz en el concejo de Villaviciosa, pero nosotros la alargamos un poco más ya que el punto de partida lo hicimos en Amandi porque si la hacíamos desde Valbúcar había que dejar los coches aparcados en el arcén, y por eso decidimos salir desde Amandi que está a unos 500 metros antes de Valbúcar, y el punto final en vez de terminar en Buslaz como indica la ruta nosotros proseguimos por un sendero que va a dar a Sietes donde teníamos encargada la pitanza.
En total 3 horas y media de muy fácil caminata y disfrutando de un paisaje verdaderamente sorprendente.


En el comienzo de la ruta las vistas del río ya eran sorprendentes.


Un grupo de gente en bicicleta con dirección hacia Covadonga.


Uno de los primeros molinos como casi todos en total abandono.



Las vistas eran impresionantes durante todo el comino.


Un poco de historia
Debido a su configuración geográfica, en el Principado se desarrolló una importante industria molinera aprovechando los cientos de corrientes de agua que circulan por la región. La sustitución de la fuerza humana por la hidráulica se produjo en la Edad Media, desde entonces la geografía asturiana comienza a cubrirse de pequeños molinos que aprovechan la energía de los ríos para moler los cereales. La producción de estos molinos se incrementó a partir del siglo XVII gracias a la extensión del cultivo de maíz, procedente de América.
Estos ingenios preindustriales abastecían al concejo de harina de distintos cereales. En cada núcleo rural dónde hubiera un río o riega existía un molinero que molía para todos los vecinos a cambio de una parte de la molienda. En ellos también se reunían los vecinos del pueblo a "conceyu". El hecho de ser un referente para la economía de la comunidad, además de un refugio siempre escondido entre las orillas fluviales, convirtió a los molinos en objeto de leyenda, sobre todo en materia de rumores sobre amoríos y tejemanejes pecaminosos que tenían lugar en su interior.
Toda esta riqueza etnográfica y cultural de los molinos de agua en Asturias queda perfectamente representada en la Ruta Rió Profundo. Una senda sombría pero muy bella que transcurre en paralelo al río. En esta ruta observaremos las localizaciones de los antiguos molinos, concediendo mérito y sentido a una actividad que alimentaba a pueblos enteros. A lo largo de este recorrido descubrimos un total de 19 molinos, algunos de ellos en ruina, otros en semirruina y algún otro en relativo buen estado de conservación.

Después de quedar todos a las 10 de la mañana en la cafetería que tiene el amigo Sergio en Villaviciosa, tomamos un café y un pinchin y Paco y yo tiramos en dos coches hasta Sietes para dejar uno allí mientras que la demás gente ya se dirigía al punto de salida en Amandi
Bueno pues hacia las once ya todos preparados y después de coger un poco de agua en la fuente donde teníamos aparcados los coches emprendemos la fácil caminata con un día esplendido de sol y de temperatura.
De aquí hasta donde oficialmente empieza la ruta (Valbúcar) no hay ninguna perdida ya que es el mismo camino que la ruta andariega de Gijón-Covadonga con lo cual solo tenemos que seguir las famosas marcas del trisquel que ellos usaron para marcar esta ruta, marcas que nos acompañaran hasta el mismo pueblo de Sietes.
Cogemos un pequeño camino que sale de detrás de la capilla de Amandi y al poco nos situamos en la carretera que se dirige a Infiesto, seguimos caminando por esta carretera como 200 metros y ya vemos el panel indicativo del comienzo de la ruta a mano izquierda.
Ahora cogemos el se sendero que pasa pegado a la hermosa finca de la Vega, que tal mente parece un palacete con sus enormes muros de piedra y sus perros ladrando a todo el que pasa.
Seguimos caminamos por la senda que estaba muy embarrada por la lluvia de los días anteriores bordeando esta finca hasta que llegamos al cauce del río. Muy cerca puede verse (la verdad es que mas que verlo hay que imaginárselo) el primero de los molinos: El Molín de Griselda. Después iremos acercándonos a los barrios de Les Veges y Villaverde, donde veremos el Molín de Villaverde. En este punto la senda se termina y salimos a una carretera pavimentada por la que debemos transitar unos 400 metros, lugar en el que encontramos un montón de ciclistas que se dirigían a Covadonga (ver foto) después encontraremos una portilla negra que nos devuelve de nuevo a la senda. Seguiremos remontando el río hasta el Molín del Profundu. Del que sólo quedan sus cuatro muros.
A partir de este punto el camino toma un sentido ascendente, pero sin ninguna dificultad. al poco veremos los restos del Molín de Trabanco, el único de toda la ruta que contaba con vivienda anexa, después el Molín del Pitu. En la zona de la parroquia de Coru alcanzamos los restos del Molín de Joé Xico y a pocos metros de este encontramos el Molín de la Perea.
Tras dejar atrás estos últimos molinos llegamos a una zona abierta de prados donde paramos a refrescarnos un poco y a observar las marcas que dejan los jabalíes al escarbar en la tierra, después del pequeño descanso seguiremos siempre pegados al cauce del río hasta llegar a una zona de bosque y encontraremos las ruinas de los molinos de Perniles y d´Arriba. Un poco más adelante cruzaremos el cauce por una pasarela de hormigón que nos conduce a una pista forestal y a una segunda zona de prados. En este punto tomaremos la pista hacia la izquierda e iremos bordeando la vega. Más adelante nos encontramos con una bifurcación. Aquí tomaremos el camino de la derecha hasta llegar a los restos del Molín de Pascual, por un tramo llano que discurre en parte por la antigua canal de este molino (ver foto), todo esto sin ningún problema ya que está todo muy bien indicado
Llegaremos a una nueva bifurcación donde se encuentra el Molín de Lalón. Tomamos la senda ascendente a la derecha hasta el Molín de La Ullina. Subimos unas viejas escaleras, atravesamos un bosque de álamos que nos llevará hasta el singular escenario del Molín de la Peña y su cascada donde aprovechamos todos para hacernos unas fotos y hacer otro pequeño descanso antes de acometer la primera de las subidas en toda la ruta. Continuamos por la senda que sube por la margen izquierda de la cascada camino del Molín del Esprón. Desde aquí, y tras atravesar una nueva zona de prados, llegamos a otra zona de bosque en la que iremos viendo los molinos de Rea, Peruya, Rosicu y d´Arriba, con muy poca distancia entre ellos. El Molín d´Arriba es el molino que se encuentra en mejor estado de conservación de toda la ruta, como se puede apreciar en la foto.
Finalmente seguiremos remontando el río en pronunciada subida pero sin mayor dificultad hasta llegar a una pista que nos llevará, tras una ascensión de un kilómetro, (aquí empezaron las protestas de Jhonny) hasta la localidad de Buslaz, este último tramo esta todo rodeado de manzanos ya a punto de poder recogerse, y por como estaban de cargados los frutales supongo que será un buen año de sidra.
Una vez todos agrupados en Buslaz ya que debido a la pendiente nos habíamos separado un poco, pues bueno cogemos un poco de aire, y nos dirigimos a la capilla donde se coge por detrás de ella un ramal que nos lleva directamente a sietes.
El pueblo de Buslaz nos dejo a todos gratamente sorprendidos, yo hacia dos años que había echo la ruta Gijón-Covadonga andando y no había vuelto a pasar por el, hay que decir que está sumamente cuidado y limpio, tanto sus casas como sus hórreos y paneras y con unos vecinos de gran amabilidad con nosotros que nos indicaron en todo momento el camino a seguir.
Una vez detrás de la capilla cogemos un pequeño sendero en suave pendiente y en no más de media hora nos sitúa en la parte alta de Sietes.
Una vez en Sietes es visita obligada el conjunto de hórreos con pegollos de madera, que son unos de los más antiguaos de Asturias y la pena es que el Principado de Asturias deje caer estos hórreos como se puede ver en las fotografías y no haga nada por subvencionarlos y cuidarlos como se merecen ya que es uno de los pueblos que más hórreos tiene de Asturias.
Este pueblo se denomina Sietes porque originariamente había solo siete casas. Antaño era una villa pujante con Casino, siendo el primer pueblo del concejo de Villaviciosa que tuvo corriente y luz eléctrica en todas las casas.

En definitiva es una ruta que se encuentra muy bien señalizada y aunque sea una pena que los molinos estén totalmente abandonados y comidos por la maleza es muy aconsejable por su pequeña dificultad su gran belleza y que está todavía muy poco explotada ya que en todo el camino no encontramos ni a una sola persona.

Bueno pues por fin llego la hora que tanto esperaba la gente, y una vez puesta la ropa seca que teníamos en el coche nos dirigimos todos a Casa Prida a comer el ansiado pote asturiano.
Casa Prida en una antigua casa de comidas que inauguró este nuevo local en el mes de junio (por cierto yo fui la primera persona en tomar un culin de sidra en este local por pura casualidad), antes el chigre lo tenia situado en la planta baja de la fonda donde tantos inviernos nos acercamos Silvia y yo a dormir y a cenar sus famosos callos y sus no menos famosos huevos con picadillo y patatas.
Este restaurante es el mejor ejemplo de como deberían evolucionar esas entrañables casas de comidas que tanto echamos de menos en Asturias. Aquí la comida se mantiene como hace un siglo, conservando la tradicional forma de guisar.
En la decoración del nuevo local la verdad no se esforzaron nada de nada y es un poco fría por no decir mucho pero aquí en verdad a lo que se viene es a comer y a disfrutar de la comida.
Las raciones siguen siendo sin límite, de las que te ponen las perolas de pote por un lado y el compango por otro y si se termina otra fuente ósea aquí hasta que se reviente y luego viene lo dulcino, arroz con leche de casa y tarta de galletas ósea para reventar.
Cuando se viene a comer a Sietes, que no hay porque venir caminando sino que podemos acercarnos perfectamente en coche y disfrutar de una placentera excursión observando todo este valle, y ya una vez aquí dar un paseo y contemplar la cantidad de hórreos que todavía quedan en pie, porque si venimos con prisa llegaremos mareados.
Esta casa de comidas y la fonda que todavía sigue funcionando pero ahora ya sin el chigre en la parte de abajo está regentado por este matrimonio que lo llevan perfectamente y que son de una gran amabilidad en todos los aspectos tanto en la casa de comidas como en el pequeño hotelin de solo 3 habitaciones.
Pablo Lara.
Duración de la ruta. 3horas y media.
Duración del pote: Dos horas.
Dificultad: Ninguna


El grupo en uno de los pocos claros que había durante toda la ruta.





Uno de los canales que llevaba agua al molino.



Una zona de las más bonitas de toda la ruta.



Otra vista de uno de los molinos mejor conservados.



La gente del pueblo ya se prepara para el invierno.





Una serie de fotos de los hórreos de Sietes, y como se puede ver en la última de ellas algunos de los hórreos en total fase de ruina por la dejadez del Principado.



Casa Prida, donde comimos el magnifico pote asturiano.



Por fin, la hora de la gran pitanza.



Un buen pote siempre va acompañado de un buen compangu.

viernes, 12 de septiembre de 2008

Manantial de Obaya


Si alguna vez se tuviera que rodar una película sobre la mitología asturiana este sería el sitio perfecto.



El desconocido manantial de Obaya.


Esta es otra de estas pequeñas rutas o más bien paseos que se pueden hacer cualquier fin de semana por la mañana para luego aprovechar y comer por la zona e incluso en este caso luego se puede aprovechar para ir a una de las muchas playas que hay por todo el concejo de Colunga, si la realizamos en primavera o verano.
Personalmente yo creo que merece la pena hacer este pequeño paseo ya sea solo por conocer el pueblo de Gobiendes, su centro de interpretación de la Sierra del Sueve, o por conocer dicho manantial que es de una increíble belleza a pesar del escarnio que permitió hacer el ayuntamiento de Colunga a la empresa de aguas que al final os contaré.
Este paseo también es perfecto para iniciar a los niños al senderismo, porque aunque cualquier edad es buena para iniciarlos, sin embargo es bastante evidente que no todas las rutas son apropiadas para los más pequeños. Lo mejor es buscar paseos como este de no más de una hora para que no se aburran, con el menor desnivel, y por supuesto sencillas de caminar, con lo cual esta es perfecta porque cumple todos estos requisitos.
Para llegar al punto de partida cogemos la Autovía del Cantábrico y tomamos la salida de Colunga y nos dirigimos a la carretera del mirador del Fitu, al pasar por la localidad de Gobiendes veremos los carteles del Centro de Interpretación del Sueve donde podemos dejar el coche.
Pues bueno como seguimos pasando todavía el verano por esta zona el pasado 7 de septiembre del 2008 cogimos Silvia y yo (que por fin pudo venir a una excursión y según parece se apuntará a todas a partir de ahora).,hacia las 10 de la mañana aparcamos el coche en Gobiendes con un día de sol que pocos hizo así en todo el verano, cogemos la cámara y a caminar, el sendero no tiene ninguna perdida porque discurre todo el por un camino carretero muy bien indicado y de muy fácil caminar, que comienza en el barrio de La Torre y en suave descenso nos conduce entre avellanos, zarzas y laureles hasta el rió Espasa, una vez llegado al río Espasa nos encontramos con un pequeño puente de madera de reciente construcción y muy de agradecer ya que antes se cruzaba por encima de unos troncos, una vez atravesado dicho puente giramos hacia la izquierda, siempre siguiendo el camino y dejando ahora a nuestra izquierda el río, todo este camino está protegido a sus dos lados por avellanos, saúcos y laureles.
En este ambiente sombrío y húmedo que se genera bajo la techumbre arbórea de este manantial se desarrolla una vegetación perfectamente adaptada a este ambiente altamente saturado de humedad atmosférica debido al dosel arbóreo que la protege de la evaporación. La vegetación está dominada por musgos y alguno helechos de carácter subtropical, como el helecho real (ver foto) entre otros muchos y muy raros de ver en otras partes de Asturias e incluso de la Península que crecen en las oquedades y roqueros cubiertos de tierra.
Estos helechos son plantas protegidas ya que están catalogados como vulnerables en el Decreto 65/95 del Bopa del 5 de junio de 1995.
Una vez en el manantial de Obaya y de disfrutar un poco del lugar a pesar del desastre de estación de bombeo que más adelante explico, nos encaramamos por un pequeño camino que discurre entre los viejos molinos y entre árboles caídos que hay que ir esquivando, pues al poco llegaremos a una impresionante cueva en roca caliza en la cual llevamos un buen susto al disparar el flash porque nos salieron un montón de murciélagos.
Si seguimos caminando encontraremos otra cueva también en roca caliza que recoge y encauza aguas de la vertiente norte del monte Sueve, siendo actualmente una de las cuevas sumergida más importante de Asturias, encontrándose entre las diez más importantes de España en cuanto a longitud y profundidad (más de 270 metros de buceo), incluso hace años se rodó aquí un capitulo de Al Filo de lo Imposible y ellos mismos no pudieron llegar al final.
El regreso de este magnifico paseo lo realizaremos por el mismo sitio.


Al inicio de la ruta con el Sueve y Gobiendes al fondo.



La bajada hacia el río Espasa.



El puente que nos conduce al manantial de Obaya.



Atravesando el puente.



La vegetación en este bosque de rivera es verdaderamente exagerada.



No fuimos los primeros en llegar.



Todo muy bonito pero

Como siempre todo muy bonito hasta que lo toca el hombre y en este caso no podía ser menos, y aquí el destrozo es a medias entre el Ayuntamiento de Colunga y la empresa de aguas ASTURAGUA, por cierto que es una filial catalana y así nos luce el pelo, a la que se le permitió hacer tal salvajada en un sitio con una flora como los que hay pocos en Asturias, la salvajada a la que me refiero es haber permitido construir esta cochambre en estado totalmente ruinoso (ver foto) con todas las tuberías de captación de agua a plena vista y al lado de los antiguaos molinos de agua hoy totalmente derruidos por la dejadez de dicha empresa y con el permiso del ayuntamiento.
Esta ruinosa estación de bombeo que cuando se enciende la bomba mete un ruido enorme, que vierte el agua por todos los lados sin ningún control, luego dicen los ayuntamientos que ahorremos agua, (vergüenza les tenida que dar al ver esto), pues sigue funcionando como tal cosa.
Bueno pues mirar si tienen la cara dura los de ASTURAGUA que en su página Web con todo su morro empiezan diciendo esto, que está sacado de dicha página sin yo inventarme nada.

EL AGUA ES UN BIEN NATURAL ESCASO Y ESENCIAL PARA LA VIDA QUE ES NECESARIO PRESERVAR. EN ASTURAGUA GESTIONAMOS LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON EL CICLO INTEGRAL DEL AGUA DESDE UNA FUERTE SENSIBILIDAD AMBIENTAL Y CON EL CONVENCIMIENTO DE QUE DE NUESTRA ACTUACIÓN SE DERIVA UNA MEJORA DE LA CALIDAD DE VIDA DE LOS CIUDADANOS.
LA CALIDAD DE NUESTRO TRABAJO, LA MEJORA CONTINUA Y LA SATISFACCIÓN DE NUESTROS CLIENTES SON LOS GRANDES OBJETIVOS DE LA EMPRESA, PRUEBA DE ELLO ES LA OBTENCIÓN DEL CERTIFICADO, CONCEDIDO POR AENOR, DE ACUERDO CON LA NORMA UNE-EN ISO 9001:2000 PARA TODOS NUESTROS SERVICIOS DE AGUA.
POR OTRA PARTE, UNO DE LOS PUNTOS FUERTES DE LA POLÍTICA DE NUESTRA EMPRESA ES LA DE FAVORECER EL DESARROLLO DE LA CULTURA DE NUESTRA TIERRA, LA INDUSTRIA DEL AGUA, Y LA PROTECCIÓN, PRESERVACIÓN Y RESPETO DE UNA DE LAS PRINCIPALES RIQUEZAS DEL PRINCIPADO: EL MEDIO AMBIENTE.
COMO EMPRESA DE GESTIÓN DE SERVICIOS BÁSICOS, TENEMOS UN COMPROMISO CON LAS PERSONAS, CON LAS COMUNIDADES LOCALES Y CON EL MEDIO AMBIENTE.
La verdad hay que tener la cara muy muy dura para decir eso y quedarse tan contentos.

Hace años un empresario colungués quiso instalar una planta embotelladora de agua. No se lo permitieron y hoy no sabemos qué causaría más impacto, si la planta con un aprovechamiento razonable del agua o el deterioro de las captaciones actuales.
Por poner un ejemplo en los pirineos las plantas embotelladoras están totalmente integradas al entorno, instaladas en antiguos molinos o caseríos que tienen que reconstruir para poder instalarse, y aparte tienen que invertir parte de sus ganancias en mantener el entorno para que siga en perfecto estado, ósea que casi igual que el destrozo que hizo aquí la empresa ASTURAGUA con la aprobación del ayuntamiento.
Respecto al Centro de Interpretación del Sueve, que está instalado en las antiguas escuelas de Gobiendes, a escasos 100 metros de la Iglesia prerrománica de Santiago de Gobiendes esta muy logrado, con unas exposiciones de fotos muy conseguidas y con una muy buena atención al cliente, y en su parte superior unas vistas de toda la sierra del Sueve sorprendentes, yo creo que su visita es obligada cuando queremos acercarnos por primera vez a la Sierra del Sueve, ya que desde aquí podremos obtener la información necesaria para preparar nuestra excursión, hasta hay todo perfecto y muy de agradecer.
Ahora lo que no se puede hacer es engañar a la gente, poniendo un montón de fotos del manantial de Obaya desde todos los ángulos posibles pero siempre evitando la ruinosa estación de bombeo y cuando les preguntas a las amables azafatas sobre dicho manantial nunca mencionan nada de dicha estación ni de su impacto ecológico y medioambiental.
Pues bueno, después de todo esto que acabo de contar tengo que decir que a pesar del destroce que se hizo en el manantial de Obaya todavía merece la pena hacer este pequeño paseo y disfrutar un poco de esta zona que esperemos que los señores de ASTURAGUA con el consentimiento del ayuntamiento de Colunga no destrocen más

Pablo Lara
Tiempo: Una hora 30 minutos
Dificultad: Nula

La cantidad de helechos protegidos que hay en Obaya es impresionante.



Subiendo entre los viejos molinos hacia la cueva.



La cueva de Obaya.


Una pena de molinos todos derruidos, y si os fijais hay una tubería de bombeo en medio de uno de ellos, no tuvieron la poca vergüenza los señores de ASTURAGUA ni de soterrarlos.



La ruinosa y vergonzante estación de bombeo en medio del manantial de Obaya.


Hasta los animales se asombran al ver esta mierda en medio del manantial de Obaya.


De regreso al pueblo ya nos estaba esperando una buena amiga para ver si le regalábamos algo de comida como cuando iniciamos la excursión.


En cuanto Silvia les ofreció un poco de fruta se apunto toda la familia a desayunar.