martes, 9 de noviembre de 2010
Brañavalera 1.483m (y van dos veces este año)
Laura y Mak en la cubre del Brañavalera.
Esta preciosa ruta ya la había realizado ente invierno en febrero con una nevada impresionante y ya la tengo descrita en el blog (http://pablolaragijon.blogspot.com/2010/02/branavalera) por lo que no la voy a explicar mucho, pero como el día 6 de noviembre del 2010 nos apetecía dar un bonito paseo para ver el otoño en todo su esplendor y nadie más del grupo había subido a estos picos decidimos ir a conocer el famoso Brañavalera y el Manolete.
Creo que ni a drede pudimos coger un día tan espectacular para las fechas que estamos, tanto de temperatura como de sol y sobre todo la profundidad de campo que había para contemplar todo el impresionante paisaje que se ve tanto desde el Alto de la Cobertoria como desde los dos picos.
Las vistas no podían ser más espectaculares, a un lado y vigilándonos todo el camino la impresionante Peña Rueda con su forma piramidal, justo detrás de ella las Ubiñas, a nuestras espaldas el Aramo con las inconfundibles antenas del Gamoniteiru y en el otro lado los espectaculares Picos de Europa y justo debajo de nosotros el precioso valle de Quiros.
Para este magnífico día de monte nos juntamos, Rafa, Paco, Carlos, Laura, Pher, que era la primera vez que nos acompañaba y creo que nos acompañará más veces, mak (el perro de Laura) y el menda lerenda.
Después de desayunar todos en Proaza a eso de las nueve y media ponemos rumbo al alto de la Cobertoria donde dejamos los coches
El paisaje otoñal era magnífico durante toda la ruta.
Durante todo el camino encontramos gran cantidad de caballos.
Últimos metros antes de llegara a la cima.
El Manolete.
En la cumbre.
Desde el alto de la Cobertoria comenzamos a caminar en dirección S, por el cordal del pico Bildeo por el lado del valle de Quiros, para pasar al poco al lado contrario. Luego se anda por una loma de cota continuada, hasta encontrarse con la pista que por la dacha cae a la carretera de Las Llanas QU-5. Seguimos por pista que con dirección SE, bordea Las Colinas, Las Chafarizas y el Pico La Balsa para girar bruscamente cerca de Porciles hacia el E. Pronto llegamos al Mayau de Brañavalera donde aprovechamos para dejar las mochilas en la cabaña que allí hay y así poder subir al pico sin peso, para con dirección NE. encontrarnos con el lago Chagu, y remontando los últimos recuestos, el pico Brañavalera.
Después de hacernos las fotos de rigor en los dos picos volvemos a bajar tranquilamente hasta la cabaña donde nos esperaba Rafa ya que no quiso subir para una vez todos juntos (unos llegamos primero que otros) tomar un vermutín todos juntos en dicha cabaña con un sol y una temperatura inmejorables, una vez llenado un poco el buche y saciado el secañu con la bota de vino nos dirigimos tranquilamente y sin prisa otra vez hasta el alto de la Cobertoria.
Cambiados de ropa y calzado (barro hasta las orejas), y con una sed impresionante nos dirigimos a tomar unas birras a uno de mis sitios favoritos en Quiros concretamente en Santa Marina, el bar tienda El Rubio, no dejéis de visitar este sitio, merece muy mucho la pena.
Ya mas tranquilos y después de apagado el fuego con una buena caña y comentado un poco la magnifica jornada de monte nos dirigimos hacia Barcana donde teníamos encargada nuestra ansiada pitanza.
Un sitio que me encanta El Rubio.
Bar-restaurante El Texu
O de una honrada casa de comidas que tenía abandonada.
Siempre que voy a comer a Barzana siempre elijo Casa Jamallo que para mi es una de las mejores casas de guisanderas que hay en Asturias y con una calidad precio inmejorables al igual que el trato de sus dueños.
Esa fue una de las razones que por las que nunca me acerque a comer a este magnifico chigre y la otra razón es porque creo que no hay bar mas feo en todo el valle de Quirós, cosa que la verdad poco importa a la hora de comer pero hay veces que te echa para atrás.
¿Untarían un currusco de pan en una cazuela de callos? Pues dicho y hecho, corran al chigre el Texu y disfruten de unos cojonudos callos como Dios manda.
El chigre lo regentan una magnifica familia quirosana, guisanderos de pelo en pecho que no se amilanan ante ninguna cebolla ni pimiento choricero.
Aquí el personal trabajan como jabatos dando de comer igual de bien a toda su nutrida clientela; ganaderos que vienes con el traje de faena a comer su magnifico pote, repartidores y viajantes que no dejan escapar su suculenta fabada.
El chigre es el espíritu vivo de una familia peleona que trabajan como campeones. ¿Qué toman?, ¿vino?, para mi sidra fresca dice el bueno de Rafa con ganas de tomar un culete.
Vino fresco y casera decimos los demás, en un momento ya estábamos sentados y con la comida pedida, increíble la eficacia y la amabilidad del camarero que nos atendió.
Bueno corto el rollo y cuento las magníficas especialidades de la casa, no pierdan el tono; pidan un magnífico pote casero de verdad con una morcilla insuperable como hicimos nosotros, coman unos callos de tamaño minúsculo con patatines de sartén insuperables, prueben el jabalí, corderu y cabritu en su perfecto estado y con una salsa magnífica, verán que al fondo hay un pequeño comedor, que fue donde comimos nosotros así que pillen plaza para trincar sentados el grueso del festival, ¡vayan, vayan!; y disfruten como hicimos todos nosotros.
Antes de salir pitando pillen la tarjeta de visita y no se olviden de este sitio por muy feo que sea como me paso a mi por borrego.
Pablo Lara.
Tiempo de la ruta:Cuatro horas y media.
Dificultad de la ruta: Media
Tiempo de la pitanza: Tres horas.
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3 comentarios:
Y yo si conocer el Brañavalera. a esa ruta le tengo echado el ojo para hacerla con raquetas en invierno que tiene pinta de ser muy guapa y perfecta para eso. A ver si cuadra.
Un saludo
PD: lo mejor, el tiempo de la pitanza, ja, ja.
Recuerdo esa ruta porque había una nevada de las de ordago y un día precioso, de sol, había tanta nieve que caminabas sobre los árboles, tiene buena pinta el pote, si señor... buenas fotos y preciosa descripción. Saludos.
Que guapo esta el Brañavalera ahora en otoño, hyo como Carlos lo recuerdo con una nevada del copón y hundiendome hasta las rodillas desde bastante abajo con lo que el agotamiento al llegar erá de los de impresión.
Genial el recorrido y no menos la pitanza. Saludos
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