viernes, 18 de diciembre de 2009
Lago Ausente
El día13 de diciembre del 2009 vuelvo a ir al monte con mis amigos del gimnasio Oscar y Marcelo y con el grupo de montaña El Pozobal de Oviedo, la ruta que teníamos previsto realizar y que al final debido a la fuerte ventisca y los grandes problemas que tuvimos con el hielo era el Pico Ausente pasando primero por el Lago del mismo nombre que fue donde tuvimos que dar por finalizada la ruta de montaña.
El Lago Ausente está situado en la provincia de León, concejo de Lillo, al S.E. del Puerto de San Isidro, en el circo glaciar formado por los Picos Requejines y Ausente, en su vertiente N. y con una altitud 1.750 m.
A eso de las diez de la mañana ya estábamos desayunando en Felechosa con una temperatura ya bastante baja así que un buen café caliente y para el puerto, como hacia las once de la mañana nos deja el autobús en el aparcamiento de la estación de esquí de San Isidro con una temperatura de cuatro grados bajo cero así que os podéis imaginar el frió tan impresionante que hacia, por eso, la falta de fotografías de hoy es porque se me congelaban las manos y casi no saque la cámara de la mochila.
Esta ruta hasta el lago ausente no deja de ser un fácil paseo por la montaña ya que solo son desde el aparcamiento de San Isidro unos tres kilómetros, pero lo que tendría que haber sido un paseo de poco más de una hora y media a causa de los grandes problemas que tuvimos con el hielo y la ventisca se nos complico en casi tres hora y media
La primera advertencia del peligro del hielo la doy yo porque como a los cinco minutos de empezar a caminar me calzo una impresionante hostia con lo que estuvo riéndose de mí todo el grupo durante cinco minutos después de comprobar que no me había pasado nada.
Bueno como digo en el aparcamiento de la estación de San Isidro encontramos una pista de esquí de fondo y un panel informativo que nos indica el camino a seguir durante toda la ruta hasta el famoso lago Ausente, se sigue por ese camino bien marcado y ancho sin ningún problema siempre que se realice en un día normal no como el día de perros que nosotros tuvimos.
Seguimos por la pista de ski de fondo caminando con sumo cuidado ya que era todo una autentica pista de hielo y como a la hora de la complicada caminata llega un momento que la pista se acaba y se sube por una por una pequeña canal que fue donde empezaron los problemas serios sobre todo a la hora de bajar del lago, en la subida los primeros del grupo iban marcando un poco los pasos a seguir para los que íbamos de tras, clavando fuertemente sus botas más o menos nos dejaban unos escalones de hielo en los que a duras penas podíamos ir caminando el resto del grupo.
Una vez superada esta pequeña subida se terminaron los problemas hasta el lago ya que se llega a una pequeña loma que nos sitúa directamente en la vega donde se encuentra el lago, con el frió y la ventisca que hacía nos juntamos todos para hacernos unas fotos y en menos de cinco minutos otra vez todos para abajo porque el tiempo se empezaba a complicar bastante por lo que se decidió enseguida dar todos la vuelta.
El problema lo tuvimos para bajar otra vez hasta la pista, ya que era imposible poner las botas en los pequeños peldaños de hielo que habíamos echo para subir y como estábamos a media ladera el resbalón hacia abajo era de más de 100 metros entre hielo y piedras, así que al final entre unos y otros decidimos bajar campo a trabes por otra ladera de escobas que por lo menos nos permitían agarrarnos a algún sitio, muy poco a poco y con mucha calma y arrastrando los culos fuimos deslizándonos todos agarrados como pudimos a las escobas que la verdad nos fueron de gran ayuda para sujetarnos, al final sin ningún problema fuimos agrupándonos todos hasta volver a coger la pista de ski de fono, el regreso más de lo mismo despacio despacio hasta llegar al autobús, donde dimos por finalizada este pequeño paseo que se convirtió en una autentica aventura pero sin ningún problema
A la vuelta paramos a comer en la cafetería de la estación de ski, que los pobres no tenían ni a un alma ya que todavía no estaba abierta la estación, después de comer, Marcelo, Oscar y yo con otro pequeño grupo decidimos bajar el puerto caminando y que nos cogiera el autobús por el camino, pues bueno con el cuerpo un poco ya mas caliente gracias al café y al chupito de orujo echamos a caminar puerto abajo pasando al lado del impresionante Pico Torres el cual tengo la suerte de haberlo subido ya un par de veces, como a eso de la hora de caminata y sin dejar de nevar ni un momento nos recoge el autobús y para Felechosa otra vez a tomar un cafetín caliente y para casa.
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