miércoles, 17 de septiembre de 2008
Molinos de Rio Profundo
Uno de los muchos molinos que encontraremos por el camino.
Como la gente ya andaba con ganas de monte pero todavía no habían realizado ninguna ruta durante este verano me propusieron que buscase una ruta fácil de hacer, con buen paisaje y que terminase en un pueblan en el que pudiéramos comer un buen pote asturiano, ya que lo habían echado de menos durante todo el verano y les apetecía comer un buen pote de aldea para recordar el otoño que ya está a la vuelta de la esquina.
Esta ruta que hicimos el 13 de septiembre del 2008 estaba compuesta por Jhonny y Begoña, el señor Paco, la pareja María y Sergio, que se unieron por primera vez a nosotros y que nos prometieron volver, y Silvia y yo.
La ruta escogida se llama «Ruta de Los molinos de Rió Profundo» y discurre entre Valbúcar y Buslaz en el concejo de Villaviciosa, pero nosotros la alargamos un poco más ya que el punto de partida lo hicimos en Amandi porque si la hacíamos desde Valbúcar había que dejar los coches aparcados en el arcén, y por eso decidimos salir desde Amandi que está a unos 500 metros antes de Valbúcar, y el punto final en vez de terminar en Buslaz como indica la ruta nosotros proseguimos por un sendero que va a dar a Sietes donde teníamos encargada la pitanza.
En total 3 horas y media de muy fácil caminata y disfrutando de un paisaje verdaderamente sorprendente.
En el comienzo de la ruta las vistas del río ya eran sorprendentes.
Un grupo de gente en bicicleta con dirección hacia Covadonga.
Uno de los primeros molinos como casi todos en total abandono.
Las vistas eran impresionantes durante todo el comino.
Un poco de historia
Debido a su configuración geográfica, en el Principado se desarrolló una importante industria molinera aprovechando los cientos de corrientes de agua que circulan por la región. La sustitución de la fuerza humana por la hidráulica se produjo en la Edad Media, desde entonces la geografía asturiana comienza a cubrirse de pequeños molinos que aprovechan la energía de los ríos para moler los cereales. La producción de estos molinos se incrementó a partir del siglo XVII gracias a la extensión del cultivo de maíz, procedente de América.
Estos ingenios preindustriales abastecían al concejo de harina de distintos cereales. En cada núcleo rural dónde hubiera un río o riega existía un molinero que molía para todos los vecinos a cambio de una parte de la molienda. En ellos también se reunían los vecinos del pueblo a "conceyu". El hecho de ser un referente para la economía de la comunidad, además de un refugio siempre escondido entre las orillas fluviales, convirtió a los molinos en objeto de leyenda, sobre todo en materia de rumores sobre amoríos y tejemanejes pecaminosos que tenían lugar en su interior.
Toda esta riqueza etnográfica y cultural de los molinos de agua en Asturias queda perfectamente representada en la Ruta Rió Profundo. Una senda sombría pero muy bella que transcurre en paralelo al río. En esta ruta observaremos las localizaciones de los antiguos molinos, concediendo mérito y sentido a una actividad que alimentaba a pueblos enteros. A lo largo de este recorrido descubrimos un total de 19 molinos, algunos de ellos en ruina, otros en semirruina y algún otro en relativo buen estado de conservación.
Después de quedar todos a las 10 de la mañana en la cafetería que tiene el amigo Sergio en Villaviciosa, tomamos un café y un pinchin y Paco y yo tiramos en dos coches hasta Sietes para dejar uno allí mientras que la demás gente ya se dirigía al punto de salida en Amandi
Bueno pues hacia las once ya todos preparados y después de coger un poco de agua en la fuente donde teníamos aparcados los coches emprendemos la fácil caminata con un día esplendido de sol y de temperatura.
De aquí hasta donde oficialmente empieza la ruta (Valbúcar) no hay ninguna perdida ya que es el mismo camino que la ruta andariega de Gijón-Covadonga con lo cual solo tenemos que seguir las famosas marcas del trisquel que ellos usaron para marcar esta ruta, marcas que nos acompañaran hasta el mismo pueblo de Sietes.
Cogemos un pequeño camino que sale de detrás de la capilla de Amandi y al poco nos situamos en la carretera que se dirige a Infiesto, seguimos caminando por esta carretera como 200 metros y ya vemos el panel indicativo del comienzo de la ruta a mano izquierda.
Ahora cogemos el se sendero que pasa pegado a la hermosa finca de la Vega, que tal mente parece un palacete con sus enormes muros de piedra y sus perros ladrando a todo el que pasa.
Seguimos caminamos por la senda que estaba muy embarrada por la lluvia de los días anteriores bordeando esta finca hasta que llegamos al cauce del río. Muy cerca puede verse (la verdad es que mas que verlo hay que imaginárselo) el primero de los molinos: El Molín de Griselda. Después iremos acercándonos a los barrios de Les Veges y Villaverde, donde veremos el Molín de Villaverde. En este punto la senda se termina y salimos a una carretera pavimentada por la que debemos transitar unos 400 metros, lugar en el que encontramos un montón de ciclistas que se dirigían a Covadonga (ver foto) después encontraremos una portilla negra que nos devuelve de nuevo a la senda. Seguiremos remontando el río hasta el Molín del Profundu. Del que sólo quedan sus cuatro muros.
A partir de este punto el camino toma un sentido ascendente, pero sin ninguna dificultad. al poco veremos los restos del Molín de Trabanco, el único de toda la ruta que contaba con vivienda anexa, después el Molín del Pitu. En la zona de la parroquia de Coru alcanzamos los restos del Molín de Joé Xico y a pocos metros de este encontramos el Molín de la Perea.
Tras dejar atrás estos últimos molinos llegamos a una zona abierta de prados donde paramos a refrescarnos un poco y a observar las marcas que dejan los jabalíes al escarbar en la tierra, después del pequeño descanso seguiremos siempre pegados al cauce del río hasta llegar a una zona de bosque y encontraremos las ruinas de los molinos de Perniles y d´Arriba. Un poco más adelante cruzaremos el cauce por una pasarela de hormigón que nos conduce a una pista forestal y a una segunda zona de prados. En este punto tomaremos la pista hacia la izquierda e iremos bordeando la vega. Más adelante nos encontramos con una bifurcación. Aquí tomaremos el camino de la derecha hasta llegar a los restos del Molín de Pascual, por un tramo llano que discurre en parte por la antigua canal de este molino (ver foto), todo esto sin ningún problema ya que está todo muy bien indicado
Llegaremos a una nueva bifurcación donde se encuentra el Molín de Lalón. Tomamos la senda ascendente a la derecha hasta el Molín de La Ullina. Subimos unas viejas escaleras, atravesamos un bosque de álamos que nos llevará hasta el singular escenario del Molín de la Peña y su cascada donde aprovechamos todos para hacernos unas fotos y hacer otro pequeño descanso antes de acometer la primera de las subidas en toda la ruta. Continuamos por la senda que sube por la margen izquierda de la cascada camino del Molín del Esprón. Desde aquí, y tras atravesar una nueva zona de prados, llegamos a otra zona de bosque en la que iremos viendo los molinos de Rea, Peruya, Rosicu y d´Arriba, con muy poca distancia entre ellos. El Molín d´Arriba es el molino que se encuentra en mejor estado de conservación de toda la ruta, como se puede apreciar en la foto.
Finalmente seguiremos remontando el río en pronunciada subida pero sin mayor dificultad hasta llegar a una pista que nos llevará, tras una ascensión de un kilómetro, (aquí empezaron las protestas de Jhonny) hasta la localidad de Buslaz, este último tramo esta todo rodeado de manzanos ya a punto de poder recogerse, y por como estaban de cargados los frutales supongo que será un buen año de sidra.
Una vez todos agrupados en Buslaz ya que debido a la pendiente nos habíamos separado un poco, pues bueno cogemos un poco de aire, y nos dirigimos a la capilla donde se coge por detrás de ella un ramal que nos lleva directamente a sietes.
El pueblo de Buslaz nos dejo a todos gratamente sorprendidos, yo hacia dos años que había echo la ruta Gijón-Covadonga andando y no había vuelto a pasar por el, hay que decir que está sumamente cuidado y limpio, tanto sus casas como sus hórreos y paneras y con unos vecinos de gran amabilidad con nosotros que nos indicaron en todo momento el camino a seguir.
Una vez detrás de la capilla cogemos un pequeño sendero en suave pendiente y en no más de media hora nos sitúa en la parte alta de Sietes.
Una vez en Sietes es visita obligada el conjunto de hórreos con pegollos de madera, que son unos de los más antiguaos de Asturias y la pena es que el Principado de Asturias deje caer estos hórreos como se puede ver en las fotografías y no haga nada por subvencionarlos y cuidarlos como se merecen ya que es uno de los pueblos que más hórreos tiene de Asturias.
Este pueblo se denomina Sietes porque originariamente había solo siete casas. Antaño era una villa pujante con Casino, siendo el primer pueblo del concejo de Villaviciosa que tuvo corriente y luz eléctrica en todas las casas.
En definitiva es una ruta que se encuentra muy bien señalizada y aunque sea una pena que los molinos estén totalmente abandonados y comidos por la maleza es muy aconsejable por su pequeña dificultad su gran belleza y que está todavía muy poco explotada ya que en todo el camino no encontramos ni a una sola persona.
Bueno pues por fin llego la hora que tanto esperaba la gente, y una vez puesta la ropa seca que teníamos en el coche nos dirigimos todos a Casa Prida a comer el ansiado pote asturiano.
Casa Prida en una antigua casa de comidas que inauguró este nuevo local en el mes de junio (por cierto yo fui la primera persona en tomar un culin de sidra en este local por pura casualidad), antes el chigre lo tenia situado en la planta baja de la fonda donde tantos inviernos nos acercamos Silvia y yo a dormir y a cenar sus famosos callos y sus no menos famosos huevos con picadillo y patatas.
Este restaurante es el mejor ejemplo de como deberían evolucionar esas entrañables casas de comidas que tanto echamos de menos en Asturias. Aquí la comida se mantiene como hace un siglo, conservando la tradicional forma de guisar.
En la decoración del nuevo local la verdad no se esforzaron nada de nada y es un poco fría por no decir mucho pero aquí en verdad a lo que se viene es a comer y a disfrutar de la comida.
Las raciones siguen siendo sin límite, de las que te ponen las perolas de pote por un lado y el compango por otro y si se termina otra fuente ósea aquí hasta que se reviente y luego viene lo dulcino, arroz con leche de casa y tarta de galletas ósea para reventar.
Cuando se viene a comer a Sietes, que no hay porque venir caminando sino que podemos acercarnos perfectamente en coche y disfrutar de una placentera excursión observando todo este valle, y ya una vez aquí dar un paseo y contemplar la cantidad de hórreos que todavía quedan en pie, porque si venimos con prisa llegaremos mareados.
Esta casa de comidas y la fonda que todavía sigue funcionando pero ahora ya sin el chigre en la parte de abajo está regentado por este matrimonio que lo llevan perfectamente y que son de una gran amabilidad en todos los aspectos tanto en la casa de comidas como en el pequeño hotelin de solo 3 habitaciones.
Pablo Lara.
Duración de la ruta. 3horas y media.
Duración del pote: Dos horas.
Dificultad: Ninguna
El grupo en uno de los pocos claros que había durante toda la ruta.
Uno de los canales que llevaba agua al molino.
Una zona de las más bonitas de toda la ruta.
Otra vista de uno de los molinos mejor conservados.
La gente del pueblo ya se prepara para el invierno.
Una serie de fotos de los hórreos de Sietes, y como se puede ver en la última de ellas algunos de los hórreos en total fase de ruina por la dejadez del Principado.
Casa Prida, donde comimos el magnifico pote asturiano.
Por fin, la hora de la gran pitanza.
Un buen pote siempre va acompañado de un buen compangu.
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6 comentarios:
yeah! its much better,
well its nice to know that you have great hits here.
Hola!
Bellísimos paisajes. Mi jefe es asturiano, de Tuña, consejo de Tineo, y siempre me cuenta acerca de la belleza de su tierra.
Un saludo desde Argentina.
RoB Dangal TV
when will you go online?
Gracias por tu comentario, espero ir pronto por la hermosa zona de Tineo y escribir una ruta de esa zona, un saludo.
maldito dia en que fui a dar a este blog!! eso de sietes esta donde cristo perdio el patuco. tras unas largas subidas!! eso si en casa prida un 10 en todos los sentidos... bueno mañana amanecere lleno de dolores y agujetas eso si nosotros lo bajamos andando de nuevo. en definitiva 4:30horas hasta sietes y 3:45 para deshacer lo andado (ya que es bajada se va muy ligero)
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