lunes, 19 de noviembre de 2007

El bosque de Valgrande


El frio era verdaderamente intenso a la hora que quedamos.



Preparandonos para el frio.






















Jhonny calentando





















Hasta las telas de araña se congelaban




Tengo que empezar diciendo que esta excursión no la pudimos terminar porque a la altura del río Valgrande el puente que atraviesa dicho río está cortado debido supuestamente a una riada del año pasado ya que este año no pudo ser, debido al poco agua con el que bajan los ríos este otoño (ver foto).

Para realizar esta excursión a la que solo fuimos el matrimonio Jhonny y Begoña y el que suscribe, emprendimos la marcha en coche a las 9/30, por cierto a cuatro grados bajo cero a esa hora, y no es brama, nada mas recogerme ya las primeras protestas de Jhonny con el frío, pues bueno sin hacerle ni caso nos dirigimos hacia Campomanes (o Campus Mansus, como decían los romanos) tomamos un cafetín en dicho pueblo para entonar el cuerpo y ponemos rumbo hacia el pueblo de Pajares, que una vez rebasado dicho pueblo y mas o menos a un kilómetro de distancia cogemos una desviación a la derecha que nos planta en el comienzo de dicha ruta.


Jhonny y Begoña con el Cuitu Negru al fondo, fijaros en los charcos congelados.


El otoño en su plenitud


El Parados desde una vista muy poco frecuente

Este espléndido bosque que llamo la atención al mismísimo Alfonso X el Sabio o al mismísimo Jovellanos es increíble que todavía siga con vida ya que esta rodeado por una autopista (A-66), una línea de ferrocarril, una estación de esquí, un campo de golf, varios tendidos eléctricos, un gaseoducto y las obras de la construcción del túnel del AVE a la altura de Riospasa (impresionante obra).

Su ubicación se encuentra entre las cumbres del Negrón (1.904 m máxima cota), el Fasgal (1.865m), el Cuitu Negru (1.853m) y la Cerra (1.435m), ocupando una superficie de 3.000 hectáreas, un tercio menos de las que había solamente una treintena de años atrás.

El árbol que más predomina es el Haya junto con el roble albar y el abedul, y se intercalan junto a ellos el avellano el sauce y el acebo.

Bueno pues una vez bien abrigados, ya que el frío a la sombra era intenso, nos ponemos en plan y venga a caminar, cogemos la pista donde dejamos el coche y ya no nos tenemos que desviar de ella en toda la excursión.

Al poco de caminar nos encontramos con una valla, pintada de amarillo, que no está puesta para que la gente o los vehículos no pasen, sino que es simplemente para que el ganado no salga a la carretera, así que nosotros tres que somos muy respetuosos la atravesamos y la volvemos a bajar.

Una vez atravesada dicha valla ya empezamos a encontrar los primeros hayas con un color magnífico debido a la época del año en la que estamos, por cierto todos los charcos que encontramos por el camino estaban congelados como piedras, muy propicios para un buen culazo, al poco ya podemos ver a nuestra derecha unas praderías llenas de caballos y la cordal de Llanos y a nuestra izquierda podíamos ver perfectamente la estación de Pajares ya que el día estaba totalmente despejado.

Al poco tiempo ya nos encontramos con un pequeño bosque dominado por el roble y si miramos al frente podemos ver el Parador de Pajares desde una panorámica muy poco frecuente y ya poco después una vez atravesado el reguero de Brañillín, ya deja su paso al hayedo que ya no nos abandonará en toda la ruta.

A la hora más o menos de fácil caminata y ya con una temperatura muy agradable al sol, el camino se vuelve a cruzar con otro arroyo, en este caso el de las Mestas, que desciende desde el Cuetu Negru para darle más abajo las aguas al río Valgarande, pero por desgracia para nosotros aquí tuvimos que dar por finalizada la bonita caminata debido como dije antes a que el puente que lo atraviesa se lo llevo una riada y es bastante peligroso atravesarlo por no decir imposible ya que todas las piedras que podríamos usar para pasar estaban sumamente congeladas, con lo cual decidimos hacernos unas fotos y tranquilamente dar la vuelta por el hermoso bosque.
Pues bueno hacia la una de la tarde dimos por finalizada esta hermosa excursión que más bien se convirtió en paseo debido al contratiempo del puente, ahora lo que no entendemos es que un bosque que esta tan cerca de las ciudades con tan buenas comunicaciones que ya desde la época de los romanos ya tenía calzada (La Carisa), que comunicaba la villa de Vega del Ciego con León siguiendo el curso del río Bernesga, que la unía con el centro de Asturias no esté tan considerado como el de Redes, Peloño, Monasterio de Hermo u otros hayedos que quizás le superan en extensión, pero nunca en belleza.
Pablo Lara


Sin comentarios


Mis buenos amigos Jhonny y Begoña



















Se termino la excursión no podemos pasar


Dos de los grandes Jhonny y el que escribe


Parte de la ruta con el bosque de Valgrande al fondo


Los tres amigos que fuimos a la excursión

Dificultad: Ninguna.
Tiempo: 2 Horas.
Frase del día: No hoy otra excursión con menos frio.